Las mallorquinas fabricadas en aluminio ofrecen larga durabilidad y bajo coste de mantenimiento.
Las lamas pueden montarse de forma abierta, cerrada u orientable (móvil), y en función de su sistema de apertura ser correderas, practicables o de acordeón (plegables).
La gran variedad de formas, colores y acabados las hacen una solución muy válida para cualquier idea o estilo arquitectónico.
- Contribuyen a decorar la fachada y a definir el estilo de la vivienda
- Protegen las ventanas de la lluvia y demás adversidades climatológicas
- Ayudan a regular la cantidad de luz que entra y a crear el ambiente deseado
- Ayudan a crear intimidad limitando las vistas desde el exterior al interior
- Actúan como protección contra robos
- Refuerzan el aislamiento térmico y acústico de la ventana